El que llegue a Andria, se encuentra frente a un paisaje único: entre el mar Adriatico y las colínas de la Murgia, se pueden admirar extenciones de olivos, coltivados según tradiciones pluricentenárias. Las tierras, calcáreas y frescas, expuestas al sol, brindan al aceite virgen extra que se produce, un olor y un sabor extraordinários. Pero, el territorio es rico en otras y numerosas maravillas: las viñas, los almendros, los cerezos, los higos y las hortalizas.
Además encontramos la Murgia, un increible cofre de piedra que guarda tesoros que no se pueden encontrar en ningún otro sitio: tán sólo caminando por su altiplanicie ventoso, se puede vivir una intensa experiencia del alma.
Por todos los lados hay el verde en todos sus matices y también el amarillos y el moreno, hay olores y perfumes de tomillo y hinojo selvático, de orégano y romero, de lentisco y lavanda.Este es el reino de los pequeños muros en seco de piedra, que se extenden por muchos chilómetros, de las capillas votivas y de las grandes granjas en las que se producen, como en pasado, queso de cabra y otros quesos típicos, como por ejemplo "latticini", "ricotta" y la famosa "burrata".